Nonagenarios.
- carmen fernandez de cordoba
- 26 jul
- 2 Min. de lectura

Los españoles nacidos entre 1930 y 1935 forman una de las generaciones más relevantes (y menos reconocidas) de la historia de España.
La infancia coincidió con la Guerra Civil y sus primeros años transcurrieron en tiempos de posguerra, en un país destruido económica y socialmente. Vivieron la escasez y fuertes cambios sociales, lo que marcó a esta generación y a su identidad colectiva.
Durante los años 50, fueron la fuerza de trabajo protagonista de la reconstrucción de un país que había quedado en ruinas. Sin grandes protagonismos, fueron quienes levantaron infraestructuras, cultivaron, nuevamente, los campos, poblaron las ciudades y aseguraron la continuidad de las familias gracias a las políticas públicas que propiciaban la repoblación de España. Su aporte tuvo que ser práctico, más que ideológico y, de esta forma posibilitaron la estabilidad que aseguró el despegue económico y social de España.
Más allá de todos estos logros, transmitieron un sistema de valores basado en el esfuerzo, la solidaridad y el respeto a la palabra dada.
En hogares donde los recursos eran limitados, enseñaron a compartir y a sostenerse mutuamente. Este capital social, invisible, ayudó a mantener unida una España fragmentada por la guerra.
Hoy, sus testimonios son esenciales para comprender no solo la historia del siglo XX, sino también las raíces de muchos de los comportamientos sociales que, hoy echamos en falta. Escuchar a esta generación permite entender el valor real de la subsistencia, el valor de la colaboración y la amenaza de la fragmentación social. En tiempos de inmediatez, su legado recuerda que un país no se construye en un año ni en una legislatura, sino en el trabajo hecho a conciencia de quienes mantienen, el día a día de la vida cotidiana. Este es el legado de los nacidos a principios de los años 30: el pilar sobre el que España resurgió de nuevo.
Los que nacimos entre los sesenta y los setenta nos encontramos frente a un espejo: somos quienes cuidan de ellos, quienes agradecen cada día que siguen aquí y quienes debemos preguntarnos si nuestra forma de vivir honra todo lo que nos dejaron. De esa inquietud nació esta serie, "Nonagenarios": un viaje para escuchar, aprender y mirarnos a través de sus ojos.
Comenzamos la serie con la voz de Matilde G., y ojalá al leerla sientas la misma emoción que yo al sentarme frente a ella y descubrir que, en sus palabras, late una parte de nosotros mismos.
¡No te pierdas el próximo episodio!



Una gran generación.