La Realidad de las Toxinas

Las toxinas están en todas partes y siempre han estado en todas partes. No es necesario evitarlas todas ya que el cuerpo trabaja constantemente para eliminarlas. Tu propio organismo genera toxinas en el proceso de mantenerte vivo; las bacterias intestinales producen endotoxinas, las plantas generan una gran cantidad de toxinas, la carne en descomposición es tóxica y los volcanes emiten gases tóxicos.

Por lo tanto, no necesitas temer a todas las toxinas, pero sí comprender cuáles son las que más te afectan y qué puedes hacer para potenciar la capacidad de tu cuerpo para eliminarlas. Aquí te enseñaré estrategias para hacer desintoxicaciones específicas, para evitar el envejecimiento acelerado.

Cómo las Toxinas Afectan tu Cuerpo.

Las toxinas pueden disminuir tu coeficiente intelectual, acelerar el envejecimiento, hacerte más propenso a enfermedades, provocar niebla mental, afectar tu estabilidad emocional y alterar tus hormonas. Esa fatiga extrema, cuando sientes que no puedes moverte, muchas veces se debe a una sobrecarga de toxinas. Además, las toxinas pueden dañar tu ADN, aumentando el riesgo de cáncer y acelerando el proceso de envejecimiento.

La clave está en evitar las toxinas que puedas evitar y potenciar los mecanismos naturales de eliminación de tu cuerpo.

Un Gran Enemigo: El Moho Tóxico.

Uno de los mayores contaminantes del que pocas personas hablan es el moho tóxico. Este genera un tipo de estrógeno producido por hongos que es mil veces más potente que el estrógeno humano. Ya sea en tu comida, en tu café o, más comúnmente, en tu hogar, lugar de trabajo o escuela, las toxinas del moho pueden dañar el ADN, disminuir tu coeficiente intelectual, afectar el sistema nervioso y ser carcinógenas. Sus efectos los puedes percibir como confusión mental, inestabilidad emocional y desajustes hormonales.

Muchas enfermedades crónicas, como el síndrome de fatiga crónica y Lyme, pueden estar relacionadas con el moho. Además, algunos alimentos contienen micotoxinas, como los cereales (especialmente maíz y trigo), frutos secos (especialmente cacahuetes y nueces de Brasil), y productos lácteos provenientes de vacas alimentadas con maíz.

También es importante mencionar que el café y el chocolate pueden contener altas concentraciones de micotoxinas. Por tanto, tus senos paranasales, o tu tracto gastrointestinal pueden estar colonizados por mohos o levaduras que generan toxinas constantemente.

Si sientes que algo no funciona bien en tu cuerpo, en tu cerebro o en tu vida, si no puedes perder peso, evalúa solicitar una prueba de micotoxinas o de moho, o evaluar tu entorno usando un test de hisopado y una prueba de aire.

Metales Pesados: Otra Amenaza Oculta.

Los metales pesados, como arsénico, cadmio, plomo y mercurio, también representan un problema. Puedes estar expuesto a grandes cantidades de metales tóxicos a ellos a través del agua del grifo (usa los filtros de agua de alta calidad), empastes dentales antiguos, proteínas vegetales procesadas (especialmente proteína de arroz integral y proteína de guisante), suplementos de mala calidad y ciertos mariscos.

Si tienes empastes de amalgama (los plateados), deberías considerar extraerlos con un dentista certificado en la técnica segura de eliminación de mercurio (SMART). (Técnica Segura de Eliminación de Amalgamas de Mercurio).

Si eres alguien que se siente afectado por la electricidad, puede ser debido a que tienes demasiados metales en el cuerpo, lo que puede hacer que actúes como una gran antena.

Los metales pesados son neurotóxicos, afectan la tiroides y la función adrenal, pueden cambiar la sensibilidad a la insulina, lo que básicamente significa que podrías desarrollar diabetes. También pueden suprimir el sistema inmunológico. Lo peor de todo es que pueden inhibir la función mitocondrial.

Cuando tus mitocondrias funcionan al máximo, tu sistema inmunológico responde bien, tu cerebro opera correctamente, tienes energía y voluntad para hacer cosas que realmente importan.

Disruptores Endocrinos: Cómo Afectan tus Hormonas.

Las toxinas del moho producen disruptores endocrinos naturales, pero los disruptores sintéticos son aún más peligrosos. Se encuentran en productos de limpieza, cosméticos, fragancias sintéticas, pesticidas y plásticos.

Hoy en día, los niveles de testosterona han caído un 50% en los últimos 20 años, lo que afecta tanto a hombres como a mujeres. Si sientes que no tienes energía o motivación, esto puede estar relacionado con un desequilibrio hormonal causado por disruptores endocrinos. Una forma sencilla de minimizar la exposición es evitar productos perfumados sintéticamente y usar aceites esenciales en su lugar.

Cómo Apoyar los Sistemas Naturales de Desintoxicación del Cuerpo

El cuerpo tiene tres sistemas principales de desintoxicación:

Sistema linfático: Se encarga de eliminar desechos celulares. Para activarlo, necesitas moverte, caminar al menos 20 minutos al día, hacer masaje linfático o usar plataformas de vibración corporal.

·         Hígado: Es el órgano principal de la desintoxicación. Para optimizar su funcionamiento, puedes tomar:

·         Glutatión: Antioxidante clave para la desintoxicación.

·         Ácido glucárico (calcio D-glucarato): Ayuda a eliminar toxinas y exceso de estrógeno.

·         Glicina: Apoya la conjugación de toxinas.

·         Riñones: Filtran las toxinas y regulan los electrolitos. Para apoyarlos, toma suficientes minerales (potasio, sodio, magnesio) y bebe agua filtrada.

Otras herramientas útiles incluyen:

·         Carbón activado: Absorbe toxinas en el intestino y evita que lleguen al hígado.

·         Zeolitas y arcilla de bentonita: Ayudan a eliminar micotoxinas.

·         Saunas de infrarrojo: Facilitan la eliminación de metales pesados a través del sudor.

Conclusión: Biohackea tu Desintoxicación.

El mundo está lleno de toxinas, pero no debes vivir con miedo. Solo necesitas ser consciente de ellas, minimizar la exposición y potenciar la capacidad de tu cuerpo para eliminarlas.

Si sigues estos principios, notarás mejoras en tu piel, reducción de hinchazón matutina, mayor claridad mental, mejor estado de ánimo y más energía. El biohacking no se trata solo de estar bien, sino de ser más que eso. Se trata de transformar tu cuerpo y tu vida

Fuente: Dave Asprey