La nieta del General.
- carmen fernandez de cordoba
- 24 oct
- 2 Min. de lectura

Entre todos sus nietos, ella había sido la preferida del General. Quizá influyera haber nacido la primera o quizá porque en su mirada limpia y perfectos tirabuzones él intuía el comienzo de algo nuevo: una vida que nacía sin las sombras del pasado. En esa niña de luz serena encontró el punto y aparte de su propia historia. Representaba la evidencia de la fuerza de la vida y el efecto transformador del tiempo que discurre y va borrando la huella de la memoria herida.
Esa niña se convirtió en el lugar donde posar la mirada cansada anhelante de nuevas sensaciones y de nuevos buenos días.
La niña creció y con los años aprendió el extraño vértigo de la diferencia, esos pequeños matices que un día la distinguieron entre los nietos y que más tarde la diferenciaría de los propios hermanos. Semana tras semana, se perdía en los laberintos numéricos que su padre ideaba como juego para regocijo de sus hermanos, quienes saltaban exaltados de emoción cada vez que alguno lograba alzarse con el premio y como en su naturaleza no habitaba ni la vanidad de preferida ni la envidia del éxito ajeno aprendió a deslizarse hacia la calma de aguas donde cada uno rema a su propio ritmo.
Y fue entonces que aquella niña mágica y sensible de mirada limpia y acuosa se convirtió en el punto y aparte de la memoria familiar y maduró absorbiendo en su corazón grande y generoso otras visiones y dialécticas que la fue alejando como globo de gas del embrión familiar convencida de que la unión, con los que eliges, hace la fuerza y que su forma de sentir y mirar la llevaría al lugar donde piensan y sienten los poetas que se asoman y padecen junto a la ventana que mira al mar.
CFC



♥️♥️♥️
Qué imagen tan bonita y qué hallazgo lingüístico el de la 'memoria herida'