Antes del antojo, Respira!

¿Cuántas veces hemos llegado hasta la cocina pensando que tenemos hambre y nos encontramos escudriñando cada bandeja de la nevera o repisa de la despensa buscando algo apetecible que llevarnos a la boca?. Y ¿cuántas veces hemos sido conscientes de que el aburrimiento, el cansancio o la misma ansiedad son nuestros impulsores emocionales que nos convencen de nuestro derecho ganado al premio?

 Lo cierto es que esta necesidad de llenar un vacío poco tiene que ver con el hambre.

La relación entre lo que comemos y estos estados de ánimo es mucho más profunda de lo que estamos dispuestos a reconocer y es justamente aquí donde entra en juego una herramienta potente que nos invita a detenernos, a sentir el cuerpo y determinar si la necesidad de comer es real o es emocional.

Esta herramienta es la respiración consciente.

Cuando somos conscientes de nuestra respiración, algo cambia. Nos relajamos, dejamos de actuar con el piloto automático y se abre un pequeño espacio que convierte el impulso inconsciente en acción consciente: ¿quiero comer porque tengo hambre o estoy bajo un estado de ansiedad o aburrimiento que me permite aliviar esta emoción que está intentando salir a flote? Al sentir nuestro ritmo respiratorio empezamos a darnos cuenta de lo que estamos comiendo, cómo nos lo estamos comiendo y cual es mi estado de ánimo actual.

Darnos cuenta de nuestros patrones automáticos nos permite relacionarnos con la comida de forma más honesta y mas equilibrada. Antes de abrir la nevera o ceder a un antojo, respirar puede hacer la diferencia entre repetir un viejo hábito o iniciar una forma más sana de cuidarnos.

 Si este tema resuena contigo, te invito a aplicar las prácticas que, de forma guiada y constante he incorporado después de estudiar las técnicas de  Dan Brulé,  uno de los referentes mundiales en breathwork . Entendí que la respiración no solo cambia cómo comemos o cómo gestionamos las emociones, sino que ayuda a transformar la manera en cómo vivimos cada día: con más presencia, más claridad mental y mayor sentido del bienestar.

Me gustaría compartir esas herramientas contigo. Técnicas sencillas, breves y poderosas que pueden ayudarte a regular tu energía, calmar la mente, romper patrones automáticos y recuperar una relación más consciente con tu cuerpo.

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Son contenidos diseñados para acompañarte en un camino de salud, equilibrio y autoconocimiento.

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Tu respiración puede ser tu medicina. Y este es un buen lugar para comenzar.

CFC