top of page

Más allá del estrés: cómo recuperar el control de tu biología desde la conciencia.


Vivimos en un mundo donde el estrés no es ocasional, sino estructural. Lo damos por sentado. Se ha convertido en un hábito vivir con la mente y el cuerpo fragmentado sin escuchar la intuición propia del corazón. Pensamos que lo normal es sentir ansiedad anticipatoria, reaccionar constantemente al entorno, repetir pensamientos negativos… y sin embargo, este “funcionar” nos está enfermando.

Ya es sabido que el estado de estrés permanente en el que vivimos la mayor parte del tiempo activa el sistema nervioso simpático (el famoso estado de lucha o huida) pero lo que no se menciona tan a menudo son las funciones que se suprimen como consecuencia de la elevación del cortisol relacionadas, entre otras, con el sistema inmune, la memoria de corto y largo plazo, la empatía, la creatividad y la capacidad de amar.

Es decir, nos enfermamos física y emocionalmente.


Cuando estamos en este estado no podemos avanzar ni sanar nuestros antiguos hábitos. Nos volvemos adictos a nuestra historia y repetimos, de forma inconsciente el mismo patrón de dolor, tenemos las mismas conversaciones y caemos en las mismas inseguridades. Desde ese lugar, no podemos sanar, ni avanzar, ni confiar. Finalmente, no sanamos porque nos identificamos con el problema.


Entonces, ¿cómo interrumpimos ese circuito?

 

1. Entrenar el cuerpo a vivir sin el pasado

El cuerpo recuerda. Si viviste durante años en miedo o frustración, tu biología lo reproduce incluso cuando el peligro ya no está. Por eso, la meditación no es solo “relajarse”: es reeducar al cuerpo a sentirse en paz en el presente, sin necesidad de estímulos externos.

Una técnica concreta de Dispenza es sentarte en silencio, llevar tu atención al centro del pecho y evocar una emoción elevada (gratitud, ternura, alegría) sin razón alguna. Hazlo por 15 minutos diarios. Al principio será incómodo. Persistir es lo que cambia tu biología.

 

2. Interrumpir el ciclo pensamiento-emoción-reacción

Cada pensamiento genera una emoción, y esa emoción te lleva a pensar lo mismo una y otra vez. Para romper el ciclo:

Haz pausas de 90 segundos antes de reaccionar. Observa. Respira.

Reemplaza el pensamiento automático por una frase consciente. “Esto no es una amenaza real”, “Puedo elegir sentir otra cosa”, “Este momento no define mi vida”.

Ese pequeño espacio entre estímulo y respuesta es donde comienza tu libertad.

 

3. Cambiar tu frecuencia antes de cambiar tu realidad

Según Dispenza, el campo cuántico responde a la energía que emites, no a lo que deseas intelectualmente. ¿Quieres salud, abundancia, amor? Entonces siéntelo antes de que ocurra.

Visualiza tu futuro ideal y entra emocionalmente en él como si ya fuera real. No lo racionalices, vívelo como una práctica ya adquirida. Se consciente de tus pensamientos, visualízalos desde fuera y de manera relajada siente tu corazón abierto a la intuición.


4. Activa la coherencia interna y crea una nueva realidad llena de posibilidades.

Las emociones que sentimos antes de dormir influyen en nuestras hormonas y en la limpieza sináptica del cerebro. Si nos acostamos con emociones de angustia como miedo o ira, el cuerpo metaboliza esa vibración durante horas.

Haz un “ritual de coherencia” antes de dormir:

 

·         Apaga pantallas.

 

·         Haz tres respiraciones profundas.

 

·         Coloca tu atención en algo que ames (una persona, un lugar, un recuerdo).

 

·         Repite una afirmación suave: “Estoy seguro/a. Estoy completo/a. Estoy en paz.”

 

·         Despertarás más receptivo/a, más coherente, más tú.

 

No estás roto/a, estás condicionado/a. No necesitas otra receta, sino reconectar con tu capacidad innata de transformar tu energía y dirigir tu vida desde la conciencia presente.

La verdadera sanación no es reparar un cuerpo enfermo, sino dejar de vivir como si estuviéramos en peligro.

Y eso, empieza por una decisión diaria: dejar de reaccionar al pasado… y comenzar a crear desde el presente.

 

1 comentario

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
Emilia
08 jul
Obtuvo 5 de 5 estrellas.

Gracias por Expresar de manera Clara, Sabia e incluso Pedagógica, Algo que enriquece nuestras Vidas dándoles el Sentido que muchas veces olvidamos y que es primordial para seguir Adelante!!!

Me gusta
bottom of page